Hubo una época en que la cuenta de cable era siempre la misma. Fácil, simple, de una sola hoja y sin mucha complicación. Un costo mensual accesible que cubría, no solo un grupo de 30 canales locales sino, además, dos paquetes adicionales a elección que podían variar entre un pack latino, HBO, y algún combo de deportes con ESPN a la cabeza. El técnico venía, te daba un control remoto beige feo y chiquito, y una guía de canales en una cartulina blanca y roja. No había eventos deportivos pagos; no había películas “On Demand”; no había TIVO. Un camino de ida. Imagen sin interacción. Nosotros pasamos lo que queremos, usted limítese a mirar.
Esas compañías de cable, que con el tiempo pasaron de 30 a 300 canales, alta definición, grabación, y eventos programados, hace poco crearon el “Triple Play”. Un solo precio para Tele, Internet y Teléfono en un paquete genial, eficiente y hasta coqueto.
¡Gaste más y ahorre!, pregonan desde la obvia contradicción. Eso si: mas canales, mas velocidad, alta definición y súper comunicado. Muchos beneficios, muy buenos y muy baratos, con una sola desventaja: Cuando algo falla, cuando los chicos tocan, todo el combo cae como un piano. Hay que desenchufar, cortar, apagar y volver a encender para que todo vuelva a funcionar como antes.
Sin contar las intervenciones de mis 3 hijos y sus amigos, los cortes suelen ser pocos y el beneficio real y cierto. La oferta televisiva es infinita. Paquetes en casi todos los idiomas, canales de series, canales de películas, canales de deportes y 24 horas ininterrumpidas de programación. Estrenos para alquilar, partidos de Copa en “Pay Per view”, grabación simultánea, audio envolvente y hasta varios canales de shopping televisivo, solo con el OK del control remoto.
Hoy, mientras miraba la tele, y armaba un post que hubiese salido en lugar de este, todas las conexiones cayeron tras una seguidilla de ruidos. HBO, TVE, TELEFE, y hasta Utilísima Satelital sucumbieron sin distinción cultural. Con el teléfono, también cayó la red; y ya sin conexión, los 5 párrafos terminados para el blog que aun no había salvado.
Culpabilidad clara. Perdón Papá no me di cuenta. Que sea la última vez. Desenchufo, conecto, prendo y todo vuelve a la normalidad. En ese mismo momento suena el teléfono.
- ¿Señor Javier Lentino?, pronuncia el tipo como puede en un español muy precario.
- Si, con el.
- Mire, lo llamo por la compra que acaba de realizar.
- Yo no hice ninguna compra.
- Si señor. Acaba de comprar una batería de cocina de 800 dólares con su control remoto. Queríamos coordinar el envío con Usted.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Efectos Secundarios (para EL MUNDO.ES/AMERICA el 24.11.2010)
miércoles, 24 de noviembre de 2010
DESCONTROL REMOTO
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