domingo, 22 de marzo de 2009

Comprometerse en tiempos de crisis

Dicen que uno siempre ha de tener a mano lápiz y papel, solo por si la inspiración ataca y algo hay que escribir. Aunque uno no suele escribir sin motivo; ¿no es cierto?.

Escribir es la forma mas antigua, y quizás la mas básica, de transferir vivencias pasadas. Un ayuda memoria propio, y a la vez ajeno; una fotografía de un momento, un video apilado de letras , aunque privado de imparcialidad. A diferencia de palabras al viento, escribir, también, implica responsabilidad.

Hace ya algún tiempo me propuse escribir un poco mas. No de forma impuesta o vacía, pero intentando alguna variante y con la mayor riqueza posible. Tampoco específicamente para alguien, sino por el compromiso propio de dejar huella de las experiencias cotidianas; aquellas que por falta de peso propio se esfuman en el tiempo; se borran gradualmente como los viejos papeles térmicos que usábamos en los faxes, y ya no se leen. Experiencias que, juntas, pueden ayudar a construir mejor el futuro común de una empresa. Vivencias de las “simples”: Éxitos comunes, de los que nos hacen reír fuerte; fracasos comerciales fuera de nuestro alcance que nos empujan abajo los abrazos por un tiempo; decepciones profesionales que desatan bronca y pueden arrancar alguna lágrima; pero algunas llenas de sorpresas. Las que nos enorgullecen y nos dan la confianza para seguir adelante; logros personales y grupales que nos unen y nos hacen festejar; las que en definitiva nos hacen entender que vale la pena el esfuerzo. Son, en conclusión, experiencias propias y ajenas; dignas de un diario personal, (de esos que existían antes con una correa y un cierre pequeño), pero que aplicadas a una empresa pueden constituir un manual para los años por venir.

No estuve escribiendo tanto desde que comenzó el año, y eso me apena un poco. Quisiera haber podido plasmar los acontecimientos de estos meses con un poco mas de asiduidad porque, aunque solo hayan pasado tres meses, la memoria falla y, simplemente, desmerece la experiencia.
Hoy quisiera ratificar mi compromiso. No por los demás, ni para demostrarle a nadie, sino por y para mi. Quizás mas importante, porque cada vez que me propuse hacer cosas con esfuerzo ... pude; y eso me da muchísimo orgullo.

Es tiempo de entender que no alcanza solo con inteligencia e intención. Corren tiempos para el esfuerzo sistemático, la dedicación y el compromiso. Aquellos valores que, unidos, constituyen la única llave del éxito.
Con tecnología de Blogger.