Vuelvo a Madrid, luego de 6 meses, y encaro este post entre una conexión hotelera, bastante precaria, y mi viejo que me da charla sin dejarme concentrar. - ¿Qué estás haciendo Javi? me dice mientras se queja del café y su alta dosis de cafeína. - Un mail de trabajo, le miento piadosamente mientras miro la hora de mi Mac que acusa las 5AM en toda la costa este y todavía no hay nadie a quien escribir.
- Dale con eso ... me tenés acá como un gil, se queja porque no le presto atención y se distrae preguntándole al mozo acerca de la ocupación del hotel, el tiempo que está bastante lindo, el trabajo y la crisis; la bendita crisis.
Acá no hay otro tema, y es normal. Una generación entera, cobijada por el verano del desarrollo, enfrenta la primera recesión de sus vidas; y el golpe parece sentirse mucho más que en cualquier otro lado. Todo el mundo se queja, nadie parece comprar mucho, y las “cabeceras de los periódicos”, como se dice por aquí, solo traen cierres de empresas, despidos multitudinarios y tasas de desocupación por encima del 20%.
Ni el rutilante y millonario Madrid parece ayudar. Ayer le ganaron al Valladolid en casa, pero la eliminación de la Copa de Campeones, la semana pasada, y el Barça primero en la liga, no ayudan en nada y solo agregan pesimismo al descontento general.
La crisis les ha llegado a todos y todo ha empezado a quedar trastocado. Es cierto que por aquí la propina nunca ha sido moda. No es costumbre, no es usual y los habitos regionales de un lugar nada tienen que ver con recesión o malos momentos. Pero dejamos ayer 15% en una cuenta, mas por acostumbrado rigor norte americano que por genuina generosidad, y casi nos llevan en andas hasta el hotel cuando les dijimos que no nos habíamos equivocado.
-Es una crisis de cojones, nos dijo el taxista mientras volvíamos al hotel tarde.
- Le hago una pregunta, dije con la timidez del argentino que no quiere pasar por petulante. A veces, mas vale prevenir que curar.
- ¿Le parece que haya tanta crisis?, ojo ... no lo tome a mal, pero le pregunto porque veo que los bares de copas, los garitos, están que revientan de gente, chicos y chicas por todos lados, mesas llenas en la calle, estamos en invierno y, encima, hoy ... ¡es lunes!
- Mira chaval, déjame que te explique una cosa. Tu no lo entiendes, porque no has vivido aquí toda la vida. Pero el español, y aun mas los de Madrid, como yo, podremos no cambiar el coche, podremos no ir al futbol, podremos, incluso, no irnos de veraneo nunca mas nunca. Pero aun en la peor de las crisis que te puedas tu imaginar, aun en la miseria mas espantosa y absoluta; aunque andemos por las calles pobres, arapientos y sin un solo duro ... estaremos todos de copas, tomados .... y, por sobre todas las cosas, bien bendecidos.
martes, 16 de marzo de 2010
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